Nos queremos vivas, nos queremos libres

 

Por Celia Lorente

Secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades de la AJB

 

De enero a octubre de 2015, han sido asesinadas 233 mujeres. En sólo siete años y diez meses la violencia  machista les ha arrebatado la vida a 2041. Son todos crímenes evitables.

La lucha contra este tipo de violencia tiene que ser una prioridad. Constantemente trabajamos y convivimos con mujeres que la padecen y si nos hacemos cargo de que el 75% de las que fueron a hacer una denuncia por violencia no se lo habían contado nunca a nadie, de que el silencio es cómplice de la muerte, entonces, la capacitación para escuchar, asesorar y acompañar, también debe ser una prioridad en nuestra AJB y en el Poder Judicial.

Si a esto le agregamos nuestra propia incapacidad de hacer uso de un lenguaje no jurídico -accesible al común de la gente-, además del cúmulo de tareas, la violencia laboral, las presiones de los plazos y la falta de personal en cada dependencia, nos encontramos ante un servicio de Justicia ineficiente e inhumano.

Necesitamos urgentes cambios en el trato y en el funcionamiento de los juzgados que no sólo provocan angustia, desolación y abandono en las propias víctimas sino también vergüenza e impotencia en los propios empleados y empleadas.

Según estadísticas del Observatorio de Violencia de Género (OVG), en nuestra provincia entre 2010 y 2014, se duplicaron las denuncias por violencia contra las mujeres y niñas en el fuero de Familia, un promedio de 445 por día.

También han aumentado en ese último año el número de causas por lesiones leves o amenazas -como se califican mayormente las causas penales por violencia machista-, lo que significa que la Justicia penal sigue sin escuchar los pedidos de ayuda de las víctimas y promueve una cultura de impunidad para los agresores, ya que 43.990 terminaron archivadas en 2014.

Además, como es “inexistente” el patrocinio jurídico gratuito para las denunciantes en el ámbito penal, las mujeres que no cuentan con un abogado particular quedan “en estado de indefensión” frente a las distintas resoluciones que van adoptando los jueces.

Laurana Malacalza, titular del OVG, repasó en su informe los principales puntos del monitoreo de políticas públicas del Observatorio de Violencia de Género de la Defensoría del Pueblo bonaerense.

Tengamos en cuenta que en la provincia de Buenos Aires, se destacan, entre otras irregularidades:

· Demoras considerables en la remisión de la denuncia policial a los Juzgados de Familia y de Paz o a la Justicia Penal.

· Múltiples dificultades para el accionar del personal policial frente a la violación de medidas de protección dictadas por la justicia (ej. no tienen móviles).

· Durante 2013 y 2014 ningún homicidio perpetrado contra mujeres fue calificado como femicidio.

· Preocupa la enorme desarticulación entre el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo; hay enormes carencias de los Juzgados de Familia.

· Inexistencia de unidades fiscales especializadas en violencia hacia mujeres.

· La necesidad de incluir la perspectiva de género en los operadores de la Justicia y en las universidades, para la formación de los abogados y de otros profesionales; que las políticas públicas sobre violencia contemplen

las problemáticas singulares que afectan a las mujeres migrantes, en situación de prostitución, aquellas con discapacidad, y las travestis.

El 25 de noviembre no es una fecha nada más, la verdadera fecha es todos los días en nuestra vida cotidiana y en todos los aspectos de nuestra vida. Tenemos que llevar con nosotros esta lucha hasta que esto pare, hasta que ninguna mujer sea asesinada por el sólo hecho de ser mujer y hasta que la igualdad de oportunidades sea una realidad.

Agradecemos a los compañeros y compañeras de la AJB por salir a la calle el 25, para que todo/as se enteren que no vamos a permitir más violencia, ningún día, en ningún lugar.