El 9 de abril de 2014, a doce años de la desaparición forzosa de Marita Verón, la Cámara Penal de Tucumán condenó a diez de los imputados con penas de entre 10 y 22 años de prisión y la prisión preventiva hasta que la sentencia esté firme, luego del vergonzoso fallo que en diciembre de 2012 los absolvió.
Cabe recordar que los condenados no fueron juzgados por la Ley 26.364 (Ley de Trata de Personas. Prevención y asistencia a sus víctimas), porque ésta fue sancionada en 2008 y el delito que se les ha imputado es anterior. No obstante, se los condenó por secuestro, sometimiento a la prostitución y esclavitud sexual.
El caso llegó a juicio oral con imputados sentados en el banquillo gracias a Susana Trimarco, madre de María de los Angeles Verón, quien realizó las primeras investigaciones ante una policía sospechosamente inmóvil. Trimarco aportó pruebas contundentes y los testimonios de mujeres a las que liberó de la esclavitud sexual y que fueran desestimados en primera instancia por el tribunal integrado por los jueces Piedrabuena, Herrera Molina y Romero, en un vergonzoso fallo que provocara el más encendido reclamo y condena social, además de un pedido de jury al Tribunal, y que cayera en abstracto ante el beneficio jubilatorio otorgado a dos de los magistrados.
Luego de conocerse este mes el nuevo fallo, Susana Trimarco afirmó “Esperaba mucho más, pero estoy conforme. No quiero decir que con esto no voy a seguir luchando. Vamos a seguir hasta saber qué hicieron con Marita”.
Lo que sigue es un camino con final abierto, ya que la defensa de los condenados, en su intento de revocar el fallo del Superior Tribunal Tucumano, recurrió a la Corte Suprema de la Nación, que ahora deberá expedirse y tiene en sus manos la oportunidad de un cambio en el enfoque, mentalidad y compromiso para con el imperioso desmantelamiento de las redes de trata de mujeres y niñas para la prostitución.