Un sindicato donde deciden las y los judiciales

 

Este nuevo aniversario nos encuentra luchando por resguardar un derecho tan elemental como es el cuidado de la vida y la salud de quienes sostenemos el funcionamiento del Poder Judicial, nuestras familias y la sociedad toda; atravesando el momento más dramático de una pandemia que cada día arrasa con la vida de cientos de personas.

Un año que nos enfrentó a innumerables desafíos: desde nuevas modalidades de trabajo, hasta la necesidad de modificar radicalmente el funcionamiento del sindicato, con largos meses obligados a mantener cerradas las sedes y con serias limitaciones para sostener el contacto cara a cara como estábamos acostumbrados.

Sin embargo, supimos adaptarnos y sostener a través de nuevas formas de encontrarnos la historia de participación y democracia de un gremio en el que son las y los trabajadores quienes toman las decisiones relevantes. Así pudimos discutir colectivamente con nuestros compañeros y compañeras la paritaria salarial y la defensa de nuestras condiciones de trabajo.

Durante este año enfrentamos también el intento de nuestro empleador de vulnerar derechos laborales conquistados a lo largo de décadas de lucha, como por ejemplo el de la jornada laboral limitada.

Desatada la pandemia, entendimos que el trabajo remoto era la única herramienta que nos permitiría cuidar nuestra salud y que el Poder Judicial siga dando respuesta a la sociedad. Como contracara, esto nos enfrenta a nuevos desafíos como la pretensión de muchos magistrados y magistradas de desconocer la jornada laboral, potenciando las dificultades para compatibilizar el trabajo y las tareas de cuidado en cada uno de nuestros hogares, lo que afecta principalmente a las trabajadoras.

También con el trabajo remoto padecemos la improvisación y el deliberado incumplimiento de la Suprema Corte y la Procuración General de responsabilidades esenciales para cualquier empleador, como la provisión de las herramientas de trabajo –equipos informáticos- y la compensación por los gastos realizados para realizar la tarea (conectividad, energía, etc). Se trata de reclamos que debemos reforzar, y que para lograr avances significativos será necesaria la participación y el compromiso de todas y todos.

Venimos de un año en el que perdimos a compañeras y compañeros con los que compartimos muchos años de lucha. Lejos de abatirnos, su recuerdo nos fortalece para seguir construyendo el gremio plural, democrático, independiente de los partidos y los gobiernos con el que ellas y ellos soñaron.

Este 3 de junio, las y los judiciales reafirmamos nuestro compromiso de seguir luchando en defensa de nuestros derechos, por una justicia democrática y al servicio del pueblo y por una sociedad justa e igualitaria.

Comisión Directiva Provincial