Allá por el año 1959, Omar Gorini, un trabajador judicial y férreo defensor de los derechos de las y los trabajadores, empezó a delinear y forjar el destino del gremio. Junto a otros compañeros como Antonio Cortina, el 3 de junio de 1960 convocaron al congreso fundacional de la AJB. Años después y con el mismo propósito de luchar por los derechos laborales, acompañado por trabajadores judiciales de otras provincias, fundó la Federación Judicial Argentina.
Épocas difíciles tuvo que atravesar junto a la AJB. Durante la última dictadura militar impulsó luchas por las y los cesanteados y reclamó por aparición con vida de las y los desaparecidos. También en la sede de la AJB albergó reuniones de las Madres de Plaza de Mayo, y poco a poco convirtió al gremio en protagonista central en la defensa de los derechos humanos.
Por aquellos años los encuentros con compañeros y compañeras estaban vedados, pero con su ingenio Gorini encontró la manera de reunirse. Creó la venta y entrega de mercadería en las dependencias judiciales bonaerenses, en cuyas recorridas no faltaba el debate y la organización. Y a nivel nacional, organizó las olimpíadas para poder confluir con las y los judiciales de todo el país.
Siempre pensando en mejorar las condiciones de las y los trabajadores, fundó la farmacia sindical de la AJB y junto a otros compañeros dieron los primeros pasos para la creación del coseguro. También crearon el camping de Miramar y El Parador de la Montaña, un proyecto turístico distinto, educativo, en contacto con la naturaleza, y con obras de arte como el mural interior más grande de Córdoba, realizado por Campodónico; y las obras “Arte y descarte”, de Alejandro Marmo.
Sus batallas y su historia de vida fueron un faro para las y los judiciales. Y su legado enorme: Luchar por los compañeros, compañeras, por sus derechos y por el pueblo. Su historia sigue marcando el camino de la AJB.