Abrazo a los centenares de compañeras y compañeros que tomaron la decisión de fundar a la AJB y a las decenas de miles que garantizaron y garantizan con su participación la construcción del sindicato caracterizado por su independencia frente a los poderes y por su consecuencia en defensa de los derechos humanos, de los trabajadores en especial y de la democracia con justicia social y soberanía nacional.
Así es como la AJB se apoya en esos y en otros valores permanentes como, por ejemplo, el reclamo de justicia independiente, democrática y al servicio del pueblo, para que los judiciales no trabajen bajo la injusta sospecha de servir a los poderosos de turno o de siempre. Valores imprescindibles para asegurar a los trabajadores, a los jubilados y pensionados, al pueblo en general, la opción por trabajo y vida dignos, bajo el amparo de la “noble igualdad”. Valores que nunca serán caducos porque reverdecen una y otra vez cuando los humanos, jóvenes o veteranos, buscamos la libertad solidaria. Es decir, siempre.
El aniversario de hoy trae al recuerdo que en uno de esos cincuenta y cinco 3 de junio, el de 1971, la dictadura de Onganía, Levignston y Lanusse y sus patrones civiles, ya malherida por el Cordobazo y las demás luchas populares, encontró jueces dispuestos al triste rol de represores de las protestas de los judiciales. Con la vana pretensión de someter a la AJB, cesantearon a algunos funcionarios judiciales, por su calidad de dirigente o por ejercer el derecho de huelga, y amenazaron a todo el gremio con sanciones brutales. La respuesta de los compañeros inmediata, rotunda y duradera paralizó a la espuria Suprema Corte y a la Justicia bonaerense, por largo tiempo. Entre nosotros, nadie dudó de que ese atropello, tarde o temprano, sería reparado, por que el gremio no cejaría en exigirlo. Así fue tras las elecciones de 1973.
Confío en que todas las compañeras y los compañeros judiciales podamos compartir y comprometernos expresamente en torno a esos valores y les hago llegar mis felicitaciones por el nuevo aniversario de la AJB, que me llena de alegría.
Antonio M. Cortina