El domingo 3 de junio se cumplieron tres años de la primera marcha por Ni Una Menos que reclamaba el fin de la violencia machista en todas sus dimensiones. La movilización central este año se realizará el 4 de junio desde Plaza de Mayo hasta el Congreso y es otra oportunidad más donde mujeres, travestis y trans expresan, mediante la organización colectiva, que no hay marcha atrás en el proceso de transformación que tiene por objetivo desarmar la cultura machista.
En la actualidad, las consignas no solo repudian la violencia física, sino que también denuncian las de índole económica, psicológica, simbólica y sexual; se cuestionan los roles y las prácticas cotidianas y se genera una enorme necesidad de transformación de todos los espacios, en todas las instituciones sociales y organizaciones políticas para deconstruir el sentido común que reproduce estereotipos y relaciones de dominación.
Este año en particular, la AJB continúa reclamando el derecho a la educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir; además se manifiesta contra la trata, los feminicidios y trans-travesticidios; exige la implementación de la licencia laboral por violencia de género, el cupo laboral trans-travesti y que se respeten de manera integral los derechos de las trabajadoras judiciales para poner fin a la violencia laboral y al acoso sexual en las oficinas.
La necesidad de generar políticas para que el Poder Judicial brinde respuestas adecuadas, efectivas y con perspectiva de género también es un reclamo prioritario del sindicato así como también expresarse en contra de la intervención del FMI, de las políticas de ajuste del gobierno, de la ausencia de trabajo formal y un sistema de cuidados que condena aún más a las mujeres en la pobreza y la inequidad.
La Asociación Judicial Bonaerense convoca a ser parte de esta marcha porque es también una forma de reivindicar la participación social y política de las mujeres, de construir vínculos y herramientas para revertir las prácticas que pretender disciplinar y oprimir todo lo que no encaja en las normas patriarcales y a ser parte de un cambio que ya no tiene vuelta atrás.