El encuentro se realizó el 3 de julio en la Ciudad de Buenos Aires. Dieron la bienvenida a los casi trescientos peritos, el coordinador de dicho espacio, Gustavo Fernández, y el Secretario Adjunto de la AJB, Pablo Abramovich. Luego tuvo lugar la disertación del licenciado Rubens Mendes vinculada al “Sufrimiento en el Trabajo”, que matizó con humor aspectos muy serios del desempeño cotidiano de los peritos. Tras la misma, se formaron tres comisiones que abordaron los principales ejes convocantes del Plenario.
El reclamo del pago del bloqueo parcial de título fue masivo, fundado en incompatibilidades de orden legal y éticas, no reconocidas por el Poder Judicial. Dicho reclamo se potenció con la reciente conquista de ese reconocimiento a los integrantes del Instituto de Ciencias Forenses de Lomas de Zamora –dependiente de la Procuración General-, sin que medie legislación especial alguna que la contemple y que ha alcanzado a diferentes profesionales, con y sin colegiación. Respecto del bloqueo de título, se dejó en claro que ese reconocimiento nada tiene que ver con una compensación por extensión horaria, con la que a veces suele confundirse.
Las deplorables condiciones de trabajo expuestas por muchos peritos fueron también objeto de análisis. Falta de espacios adecuados de trabajo, el uso continuo de materiales propios, la ausencia de cuidados y actualización de normativas respecto de la exposición de peritos, entre otras cuestiones, fueron temas reiterados.
También surgió la preocupación por la inexistencia de mecanismos de compensación por trabajos realizados fuera de la jornada de seis horas o ante tareas extraordinarias, como por ejemplo viajes zonales con larga extensión horaria; el intento de avasallamiento de las autonomías profesionales y la disparidad de criterios entre Procuración y Suprema Corte respecto de ciertos temas, como el monto que se percibe en concepto de movilidad diaria.
El aún incompleto cumplimiento del Acuerdo 3586 en el ámbito de la Procuración, la falta de respuesta a la incorporación a la aplicación de dicho Acuerdo a los peritos ya jubilados al momento de su dictado, la existencia de peritos en cargos administrativos, la disparidad de situaciones en las plantas de las OTIPs, y muchos otros temas fueron debatidos.
Finalmente, se planteó la necesidad de un segundo Plenario para poder profundizar en estas temáticas. La voluntad de proponer un programa de capacitación propio, la impostergable necesidad de supervisión de los equipos de trabajo y la decisión de organizar la expresión del descontento, cerraron un encuentro donde los Peritos fueron capaces de tomar la palabra.