Por Hugo Blasco
Vemos reiteradamente cómo los gobiernos conforman y forman fuerzas de choque (en este caso la Policía Metropolitana) que lejos de constituir una organización que garantice la seguridad cotidiana de los ciudadanos, son cuerpos represivos. En el caso de la Metropolitana, el 80% de sus cuadros fueron partícipes de la dictadura y muchos otros expulsados de la Policía Federal.
No podemos dejar de asociar esta acción represiva en el Borda con lo que está pasando en el resto del país, como por ejemplo la represión de la policía de Capitanich, en Chaco; la represión a las manifestaciones contra los emprendimientos megamineros y a las comunidades de pueblos originarios que defienden sus tierras.
El método más utilizado por los gobiernos para “resolver” los conflictos sociales termina siendo la represión. En tal sentido, no caben dudas que hay un hilo conductor entre la acción represiva directa, la funcionalidad del Poder Judicial y la ley antiterrorista.
En resumen, lo que pasó en el Hospital Borda es un hechos que representa la respuesta estatal reaccionaria y represiva frente a la legítima protesta social.
Desde la AJB denunciamos estos procedimientos que están emparentados con los propios de la dictadura, y exigimos la renuncia de los responsables políticos de la represión y las sanciones administrativas y penales que correspondan.
Tucumán 1966, CABA.
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