A través de una decisión unánime, la Suprema Corte dispuso en la Resolución 241/21 la cesantía del secretario del Juzgado de Garantías del Joven N° 1 de Tandil, Juan Raúl Duhalde, quien fuera denunciado por la AJB ante la Subsecretaría de Control Disciplinario debido a los hechos de violencia laboral y de género ejercidos contra los y las integrantes de la dependencia en la que se desempeñaba.
Con las pruebas reunidas, la Corte consideró acreditado que Duhalde, en ejercicio de sus funciones de secretario del Juzgado, incurrió en comportamientos violatorios de las prohibiciones establecidas en la Ley de Violencia Laboral N°13.168.
Para ello, la Corte tuvo en cuenta que a partir de los diversos testimonios brindados por las y los trabajadores del Juzgado, fueron acreditadas “reiteradas conductas de maltrato verbal, psicológico y hostigamiento hacia integrantes de la planta funcional de dicho organismo, manteniendo una hostilidad continua y repetida hacia los subordinados, juzgando de manera ofensiva su desempeño en la organización y realizando acciones tendientes a incomodar a los agentes”.
También se consideró acreditado que el funcionario obligaba al personal a mantenerse disponible las 24 horas y durante los fines de semana y feriados -debiéndole informar sus actividades personales y familiares- períodos durante los cuales eran eventualmente convocados a realizar tareas.
“Esta medida demuestra una vez más que es fundamental recurrir al sindicato y denunciar los hechos de violencia en el ámbito laboral. Venimos demostrando que a través de la intervención gremial podemos erradicar las actitudes autoritarias, violentas y machistas dentro del Poder Judicial”, remarcó Pablo Abramovich, secretario General de la AJB.
Por su parte Diego González, secretario General de la Departamental Azul de la AJB agregó: “lamentablemente no es un caso aislado el del secretario de Tandil, sino que hay muchas personas que aprovechándose de su rol jerárquico ejercen violencia en el ámbito de trabajo, generando sufrimiento en nuestros compañeros y compañeras y deteriorando el funcionamiento de las dependencias. Sin embargo, como se demuestra en este caso y en la reciente destitución del juez Claudio García de Olavarría, volvemos a poner de relieve la valentía de las y los trabajadores que tomaron la decisión de denunciar y el acompañamiento del gremio para poner un límite a este tipo de violencias”.
Débora Bertone, secretaria de Géneros e Igualdad de Oportunidades de la AJB manifestó: “la cesantía de Duhalde ratifica la importancia del rol del sindicato en este tipo de denuncias, a la vez que pone en evidencia la necesidad de que la Suprema Corte dé una respuesta inmediata a las múltiples denuncias que se encuentran en trámite, habilitando el debate para una modificación del régimen disciplinario que garantice que este tipo de expedientes se desarrollen con mayor celeridad y especificidad, incorporándose las medidas preventivas necesarias para el resguardo de las compañeras y de los grupos de trabajo durante el proceso”.
Los hechos
Entre los hechos acreditados y denunciados oportunamente por el gremio judicial, se comprobó que Juan Raúl Duhalde exigió a ciertos agentes tener su teléfono celular personal prendido las 24 horas y estar disponibles en forma permanente; también haber requerido que den cuenta de las actividades personales que realizaban los fines de semana; y haber impedido al personal salir del juzgado a otras dependencias, amenazándolos con iniciar sumarios administrativos. También se consideró probada su intervención ilegítima para que se deje sin efecto una licencia médica de una trabajadora que refería como causa el conflicto existente en el juzgado.
Asimismo, pudo acreditarse que Duhalde se dirigía sistemáticamente al personal del Juzgado en forma despectiva, con comentarios inadecuados, con falta de respeto y también haber efectuado comentarios disvaliosos y amenazantes hacia el personal, infundiendo temor y haber vertido términos agraviantes y misóginos hacia las trabajadoras judiciales.
Cabe mencionar que la titular del organismo mientras se desarrollaron los hechos, Mabel Berkunsky, también fue investigada por haber tolerado las prácticas violentas del secretario. Las actuaciones fueron finalmente archivadas al aceptársele la renuncia al Poder Judicial con motivo de su jubilación.