El Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires realizó varias inspecciones en el laboratorio de balísitica de la Asesoría Pericial de la Corte, donde dio cuenta de las condiciones en que trabajan los peritos y recomendó ciertas mejoras y medidas de seguridad que no fueron tenidas en cuenta.
En una de las visitas, el inspector del Ministerio recomendó a la Corte tomar las siguientes medidas de seguridad
– Instalar sistema de ventilación
– Acondicionar los sanitarios
– Disponer los insumos en armarios incombustibles
– Dotar de condiciones de seguridad al pabellón de tiro, como ser sistema de insonoridad, sistema antirebote, etc, e instrumentar todas las medidas que la técnica en la matera indica
– Colocar en el despacho de Perito de rastros un sistema de ventilación mecánica y campana de extracción localizada para el análisis de prendas a una pequeña escala.
– Liberar totalmente la salida de emergencia
Y señaló específicamente que “el personal que realiza peritajes se expone fundamentalmente a los siguientes riesgos: Biológico, por manipulación de prendas con sangre y otros líquidos corporales. Físico, por el ruido proveniente de la detonación de las municiones, de las armas a peritar. Y riesgo químico, originado por humos de la combustión de la pólvora (bario, plomo, antimonio y otros).
“Durante muchos años se le ha manifestado en forma escrita a la Corte sobre esta problemática y de las consecuencia que pudieran traer la omisión de estos riesgos laborales, los cuales atentan contra la humanidad de los peritos que periódicamente se exponen en cada pericia balística”, aseguraron los peritos.
“Nosotros estamos reclamando la insalubridad que nos permitiría exigir con más ahínco y sustento, las normas de seguridad y prevención que necesitamos. Hay muchas cosas que se pueden prevenir, pero de por sí esta es una tarea insalubre por el material con el que trabajamos. Nosotros queremos disminuir los riesgos lo más que se pueda”.
El 12 de junio de este año, se presentó el Arquitecto Juan Carlos Zamponi para realizar la última inspección y así efectuar un dictamen final sobre la insalubridad del área. Para su sorpresa, comprobó que la Corte no había efectuados las reformas edilicias sugeridas en más de una oportunidad. Los tiempos de la Corte son burocráticos y laxos, y los peligros siguen latentes.