“Exigimos un reinicio de actividades seguro”

 

En la presentación realizada al Presidente de la Suprema Corte bonaerense, la AJB expresó su preocupación por el riesgo que podría acarrear la decisión de reabrir los jardines materno paternales del Poder judicial en el cuidado de la salud del cuerpo docente, del personal auxiliar y de los niños y niñas y sus familias en el contexto de la pandemia por COVID-19.

“Nuestra prioridad es garantizar un reinicio seguro. Para que ello ocurra, entre otras cuestiones, es condición necesaria y excluyente la vacunación de las docentes y el personal auxiliar. Esa exigencia tiene fundamento en las características propias de la tarea, donde existe un aumento sustancial del riesgo de contagios ya que resulta imposible garantizar el distanciamiento social y el uso de tapabocas por parte de los niños y niñas que asisten a los jardines”, señaló Pablo Abramovich, secretario General del sindicato.

En esa línea, cabe resaltar que las trabajadoras y trabajadores de los jardines del Poder judicial cumplen las mismas funciones que el personal del sistema educativo, por lo que la AJB exigió que la Suprema Corte realice las gestiones necesarias para que el sector sea vacunado junto al personal del sistema educativo provincial.

Asimismo, en la nota presentada por la AJB se destaca que al día de la fecha no se encuentra regulada la normalización de la actividad ni aprobados protocolos específicos para las instituciones primera infancia en la Provincia, ni aseguradas las condiciones de los protocolos que las autoridades sanitarias han dispuesto para los establecimientos educativos.

Desde el gremio judicial resaltaron la necesidad de abordar en un ámbito paritario una serie de condiciones que en la actualidad impiden una reapertura segura de los jardines, por lo que requirió a la Suprema una reunión de carácter urgente.

Entre las problemáticas citadas podemos destacar:

– La imposibilidad material para cumplir las medidas de distanciamiento social habida cuenta del necesario rol de apego que cumplen las docentes de los jardines así como de la utilización de tapabocas por parte de niños y niñas menores de tres años (dos elementos esenciales para evitar contagios por aerosoles).

– La relación entre cantidad de docentes no dispensadas y de niños y niñas dispuestos a concurrir, y en relación a ello la posibilidad efectiva de organizar burbujas que reduzcan el riesgo de contagios.

– La disponibilidad de personal suficiente para garantizar limpieza y sanitización adecuada.

– Las condiciones edilicias relacionadas con la ventilación de los espacios cerrados y disponibilidad de espacios abiertos.

– La cantidad de horas de funcionamiento.

– Los riesgos de extensión de la jornada de trabajo para la preparación e higiene de elementos de trabajo, así como el respeto a las dispensas laborales vigentes.

– La manipulación de alimentos y elementos de limpieza propios de los niños y niñas.

– La provisión de equipamiento de protección personal y colectiva necesarios (termómetros, alfombras sanitarias, barbijos de seguridad, máscaras, etc.).

– La inexistencia de protocolos específicos para casos sospechosos o confirmados de COVID en niñas, niños o personal docente y auxiliar.