El Encuentro se realizó los días 22, 23 y 24 de agosto, en el Auditorio de ATE, Belgrano 2527, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La Marcha Mundial de las Mujeres, es un movimiento mundial de acciones feministas que reúne grupos y organizaciones que actúan para eliminar las causas que originan la pobreza y la violencia contra las mujeres.
Por su parte, el Encuentro subregional “Soberanía sobre nuestros cuerpos y sobre nuestros territorios”, contó con la presencia de compañeras de organizaciones de mujeres de Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay, Colombia y Turquía.
Algunas de las temáticas que se abordaron fueron: Soberanía de nuestros territorios y bienes comunes; agricultura dominante; la lucha contra la megaminería, el fracking, los hidrocarburos y el déficit energético; el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y sexualidades; lucha por el aborto legal, seguro y gratuito; violencia hacia las mujeres; militarización: Criminalización y judicialización frente al avance del extractivismo y el modelo hegemónico en la región; y mujeres, trabajo y cuidado.
El último día ante un desmedido despliegue policial y al ritmo de “Fuera Monsanto de Argentina, Fuera Monsanto de América Latina”, una columna formada por integrantes de la Marcha Mundial de Mujeres llegó a las puertas de las oficinas que esa multinacional tiene en el centro porteño y este repudio fue el cierre del encuentro.
Las trabajadoras judiciales participaron del taller Mujeres y Trabajo.
“La sustentabilidad de la vida se apoya en el equilibrio entre economía, género y medio ambiente y la agenda de las mujeres trabajadoras está encabezada por lograr igualdad en las condiciones laborales con perspectiva de género”, señalaron desde la AJB.
“Las conclusiones enunciaron que estamos inmersas en una sociedad sexista, machista y racista a la cual le reclamamos mayor participación en el mercado del trabajo calificado. Exigimos que el estado en todas sus jurisdicciones nos brinde una oferta concreta de guarderías con impronta pedagógica, lavaderos y comedores populares”.
Para finalizar, las judiciales remarcaron que “es imprescindible democratizar las relaciones en nuestras familias y cambiar la mirada sobre los estereotipos de género. Como trabajadoras organizadas debemos despatriarcalizar, formarnos para ocupar lugares de referencia, revisar los convenios colectivos de trabajo e impulsar las reformas de las licencias”.