Eliminación de la violencia contra la mujer

El día de las mariposas

Desde 1981, cada 25 de noviembre el mundo recuerda a Minerva, María Teresa y Patria Mirabal, militantes dominicanas asesinadas en 1960 por la dictadura de Trujillo, convertidas desde entonces en símbolo de lucha y resistencia popular y feminista.

Dia de la No Violencia

 

Conocidas y representadas como “las Mariposas”, nombre secreto de Minerva Mirabal en su militancia clandestina, representan para el movimiento popular y feminista de la República Dominicana, de Latinoamérica y del mundo entero, el símbolo de la lucha y la resistencia popular y feminista.

El  Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, que se llevó a cabo ese año en Bogotá, acordó esta fecha como  el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en una forma de rendir homenaje a esas tres hermanas  dominicanas opositoras a la dictadura de Trujillo, cuyos cadáveres aparecieron el 25 de noviembre de 1960, destrozados en el fondo de un precipicio. Su muerte marcó el comienzo del final del régimen del dictador, asesinado por el pueblo en 1961. Desde entonces, las mariposas representan la pelea y los logros de cada una de las mujeres, pero también  representan a las violadas, presas, desaparecidas, víctimas de la trata o de los femicidios.

Las mujeres hemos logrado conquistar derechos en el ámbito personal, laboral, político, gremial, pero aún queda mucho por hacer porque en todo el mundo, en países ricos y pobres, millones de adultas, adolescentes y niñas  son víctimas de maltrato físico, trata de personas, violación y asesinato constituyendo atroces violaciones de sus derechos humanos. Todos los días vemos en las noticias femicidios que impactan, maltrato en todas sus expresiones que no debemos tolerar en ningún grado.

Como cada 25 de noviembre, conferencias, exposiciones y mesas redondas sobre las múltiples formas  de violencia  sobre las mujeres marcarán las actividades de la  fecha y cuestionaremos la cultura de discriminación que permite que la violencia continúe y que esté presente en los distintos ámbitos de la sociedad: en lo laboral a través del hostigamiento sexual y la dificultad de las mujeres para acceder a los cargos directivos; en los medios de comunicación, en la pornografía, del lenguaje sexista y la cosificación de la mujer mediante imágenes estereotipadas; en lo doméstico, la violencia intrafamiliar, los malos tratos, aislar a una persona de su familia, vigilar sus movimientos, el abuso sexual, inclusive el de las niñas; la violación y prácticas nocivas que se enmarcan en violencia económica, psicológica, sexual y física. Actos generalmente perpetrados por miembros de la familia

Como mujeres, tenemos muy claro que si un hombre viola a una mujer;  si un adolescente maltrata a su novia; si una mujer gana menos que el hombre que realiza su mismo trabajo; si es necesaria la ley de cupos para que la mujer ocupe su lugar en un partido político o gremio; si una mujer, adolescente o niña es víctima de la trata; si un marido obliga a su mujer o su hija a prostituirse; si un hombre supone que “su” mujer es “su” objeto; si un hombre llega a su casa y exige que su esposa, madre, hija o hermana le prepare la comida; si se mata a una mujer… eso es violencia.

En el plano internacional, cada vez es mayor el número de países que cumplen sus obligaciones de proteger a la mujer a través de una legislación exhaustiva, mejores servicios a las víctimas, asociaciones más sólidas y más esfuerzos para que hombres y niños participen en la solución del problema. Este avance es satisfactorio, pero todavía quedan muchos problemas por resolver. Porque las políticas públicas podrán cambiar y apoyarnos, pero depende de nosotras, las mujeres, para que en el mundo la violencia en contra de la mujer sea erradicada para siempre.

Como trabajadoras judiciales, concientes de que la violencia contra las mujeres no terminará hasta el día que como sociedad seamos capaces de construir condiciones de igualdad y respeto, expresamos  nuestro compromiso  en la lucha contra todo tipo de violencia y discriminación entre géneros.

 

Silvia Liliana Dávila

Secretaria de Igualdad de Género y Oportunidades

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