– Lamentablemente tengo ese “privilegio”.
– ¿Qué es el concepto?
– La Corte estableció la recategorización de los peritos por medio del acuerdo 3586. En el acuerdo incluyó un requisito, el del “concepto” que debía ser brindado por el superior inmediato, para que se efectivizara el cambio de categoría. Y “el concepto” al no estar “conceptualizado”, opera como un comodín para los superiores, que puede funcionar como una caricia al saber de los jueces, un elemento decorativo, o un arma de coerción, de persecución laboral y/o gremial. Obviamente la última acepción es la única que tiene efectos prácticos, ósea que es un disciplinador laboral.
– Qué aplicaron con vos. ¿Nos contás el caso?
– Sí. Fue el corolario de un acoso laboral de años. Hago un rápido racconto para que se entienda. En el año 2008 los jueces del Tribunal (Tribunal de Familia Nº 1 de Morón) de acuerdo a la nueva ley, “se dividieron por consenso el personal” para la planta de sus juzgados. En el caso de los peritos fui el único que se disputaron entre dos jueces, con lo cual tuve que optar con quien ir. Decidí integrarme al juzgado de la Dra. Norma Gladys Vázquez, quien solicitó que armase el resto del equipo técnico. Trabajamos bien, hasta que en el año 2009 pretendió que realizara un proceder ilícito, me negué y comenzó un acoso laboral constante, que culminó en el año 2012 con mi exclusión de la recategorización.
– ¿Cómo fue eso?
– La Dra. Vázquez me convocó a su despacho, y con una sonrisa que le excedía el ancho de la cara, me informó que había enviado el listado de los peritos para ser recategorizados, pero que me había excluido porque ella no podía dar un buen concepto mió, porque “nos llevábamos mal”.
– Es decir, que no había en su rehusamiento un reparo profesional o laboral.
– Claro. Tanto es así que al día siguiente, cuando la Secretaria General y el Secretario Gremial de la Departamental fueron a pedirle explicaciones, no solo reiteró que el mal concepto era “por llevarnos mal”, sino que les aclaró que me respetaba profesionalmente y que no tenía ninguna queja laboral en mi desempeño como perito.
– ¡Increíble!
– Pero hay más. Todos los peritos del Tribunal, los quince, presentaron una nota ante la presidente del mismo solicitando que por una cuestión ética pospusiesen sus recategorizaciones hasta que se reconsiderase la mía, explicando que lo hacían porque al funcionar yo como una fuente de consulta recurrente, era contradictorio. Además solicitaron la elevación de la nota a la Corte. La presidenta se hallaba de licencia, de estar presente, probablemente, hubiese abortado la maniobra de la Dra. Vázquez dando “el buen concepto” necesario.
– ¿Y que pasó?
– La Dra. Vázquez engañó a los secretarios de los otros juzgados, a los peritos, y a la Secretaría General del gremio, diciéndoles que había enviado la solicitud para mi recategorización. A los compañeros incluso se lo notificaron por escrito, junto al pedido de que expresasen si aún así querían que la nota presentada siguiera el curso hacia la Corte.
– Queda claro para qué sirve el concepto…
– Es tan claro que es un disciplinador laboral, que se dan las siguientes situaciones absurdas. Si lo hubiesen solicitado en el 2008, antes del pedido indecente de la Dra. Vázquez, sería perito I con su concepto. Si el concepto se lo hubiesen pedido a la presidente del Tribunal el año pasado, hubiese sido perito I con su concepto, cuestión que correspondería que haga la Corte. Si cambiaba de Tribunal como pretendía la Dra. Vázquez hubiese sido perito I con el concepto de una jueza del Tribunal de Familia Nº 2, quien así me recibía. Al ser pasado como una medida de protección al área de la Asesoría Pericial, ahora, seis meses después, voy a ser perito I, con el concepto del Dr. Capelli, quien ya lo envió como se había comprometido a hacerlo. Esto es la muestra clara de la arbitrariedad del concepto. Es insólito, y debe ser abolido de inmediato.
– Ahora, cuando te definen como el caso testigo, ¿es en base a tu trayectoria profesional, las publicaciones de libros, el reconocimiento público?
– No. Por mi nivel de participación. En el año 2008 comenzamos desde la Comisión de Peritos a trabajar con mayor sistematización en un proyecto de jerarquización de la carrera pericial. Producto de ello en el año 2010 nos reunimos con el Dr. Capelli (Director de las Asesorías Periciales), que había sido comisionado por la Corte para elaborar un proyecto de recategorización para nosotros; y durante el año 2011 participamos de seis mesas de trabajo con representantes de la Corte y de la Procuración, para laborar sobre la jerarquización de los peritos.
– Hablás en plural, ¿Quiénes fueron los peritos que participaron de las mesas de trabajo con la Corte y la Procuración?
– Parte de los integrantes de la mesa gremial de la Comisión de Peritos, concretamente de las reuniones participamos cuatro compañeros. Gustavo Fernández, el coordinador del espacio, Alberto Agote, Erika Nordhental Alejandro Gracia, Hugo Blasco, y en las últimas se incorporó el Secretario Adjunto. En dos o tres reuniones estuvo presente el compañero José Loza.
– Estabas explicando por qué eras un caso testigo.
– Porque sí, con mi nivel de exposición, se puede aplicar impunemente el arma disciplinadora, imaginá lo que puede suceder en otros casos. Los que existen con niveles de arbitrariedad semejantes.
– ¿Y qué se puede hacer?
– En principio con la AJB presentamos una denuncia contra la jueza por acoso laboral, a la cual se le dio curso, y también presentamos un recurso de reconsideración por mi recategoriazación y para que sea retroactiva a la fecha señalada por el decreto. Desde la Comisión de Peritos, estamos procurando retomar las mesas de trabajo con la Corte, para que, entre otras cuestiones terminar con el nefasto “concepto”, extender la recategorización a los compañeros jubilados, redefinir los parámetros de la carrera pericial, y el nivel de los peritos.
– ¿Podría hacerse también una denuncia por persecución gremial?
– Sí. Pero en un principio me negué que así fuera, por considerar que me colocaba en una situación de privilegio, creo que me equivoqué.