Por Liga Argentina por los Derechos del Hombre
Hace trece años, en el 2002, también en una reunión del Consejo Superior de la Universidad del Sur, Alberto Rodríguez acusó al actual Presidente de la Cámara Federal de Bahía Blanca de haber sido miembro de la Triple A y de la misión Ivanesivich, motivo por el cual fue sometido a un juicio por agravios e injurias por parte del que ya era Juez Federal y miembro de la Cámara Federal en el año 2007. El juicio mostró a quienes estaban dispuestos a todo para defender la Memoria, la Verdad y la Justicia contra los usurpadores del Poder Judicial y quienes por conveniencia o cobardía callaban lo que todo Bahía Blanca sabia: Montesanti había sido parte activa del Plan de Exterminio desplegado en la zona primero por la Triple A y luego por el V Cuerpo del Ejercito y la Marina, Montesanti era y es un fascista ultramontano, elitista, misogino, anticomunista furioso y enemigo apasionado de quienes luchamos por todos los derechos para todos.
Fue en ese juicio, hace ocho años, que la Liga Argentina por los Derechos del Hombre afirmó que la impunidad no será para siempre y nos comprometimos con quienes en la propia Bahía Blanca, en condiciones muy difíciles por la falta de compromiso de los sucesivos gobiernos locales, provinciales y nacionales que hasta ahora han callado o preferido mirar para otro lado, enfrentaron la pornográfica impunidad de Montesanti que era la de los dueños de la Nueva Provincia y la poderosa derecha fascista del sur bonaerense.
No es jactancia vana, es orgullo militante por haber confiado en la verdad de quienes arriesgaron todo en la lucha contra la impunidad y en el esfuerzo por vindicar a las y los compañeros asesinados y o desaparecidos por la Triple A y las Fuerzas Armadas en Operaciones. De ellos es esta victoria que debe ser valorada como una gran conquista de las fuerzas democráticas y populares contra los nostálgicos del Genocidio. Es en las calles y con valentía que se enfrenta a la derecha, una vez más se verifica la regla de oro en la lucha contra las derechas de todo pelaje.
Sabemos que no será fácil, que habrá quienes dentro y fuera del Poder Judicial seguirán defendiendo la impunidad de Montesanti porque en ello les va la ilusión de revertir nuestra lucha por Verdad y Justicia. No hace más que días que la Sala Uno de la Cámara Federal de Casación compuesta por Freiler, Farah y Ballestero (recuerden los nombres de la infamia, que no haya olvido para estos miserables disfrazados de Justos) liberaron al asesino de Graciela Pane, otra víctima de la Triple A (estudiante de la UTN de Avellaneda) con el triste argumento que tienen familia constituida y trabajo estable como si la condición de integrante de la Triple A no fuera razón para su encierro hasta el Juicio que traiga la condigna condena a quienes asesinaban con fruición y perversidad extrema.
Pero Montesanti se acordará hoy de nuestro compromiso con la lucha por la Verdad, la Memoria y la Justicia y cuando esté encerrado en una cárcel común, que es lo que corresponde a los asesinos de su talla, deberá entender que la Ética es más fuerte que la Traición y que los Sueños de nuestros compañeros no serán borrados ni por él ni por nadie.
Y cuando su nombre miserable no sea ni un recuerdo, le juramos que habrá escuelas y barcos con los nombres del Negrito García y el Watu Cilleruelo; y cada uno de los compañeros que lucharon por la Patria que nos merecemos