Día Internacional de la Mujer Trabajadora

 

El primer día dedicado  internacionalmente a la Mujer Trabajadora, fue el 19 de marzo de 1911, en  sólo cuatro países europeos entre ellos Alemania y Suiza.

Su conmemoración se fue extendiendo desde entonces a numerosos países hasta que en 1977 la ONU proclamó el 8 de marzo como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.

Esta fecha siempre es un buen momento para reflexionar acerca de los avances logrados, pedir más cambios y celebrar la valentía y la determinación de las mujeres que en pie de igualdad con los hombres  han luchado en la sociedad  y en su desarrollo integro como personas,  jugando un papel clave en la historia de sus países, comunidades y también de la humanidad.

Pero la  lucha por nuestros derechos no comenzó en el siglo XX.  Durante la revolución francesa, por ejemplo,  las mujeres tomaron conciencia, por primera vez y de manera colectiva, que la lucha de clases en la que intervenían no contemplaba la lucha de género o sea la plena igualdad social y política de hombres y mujeres . Marchando con los hombres hacia el palacio de Versalles, su lema fue : libertad, igualdad y fraternidad. De esa época son las primeras peticiones formales en pos de derechos políticos, sufragio y ciudadanía para las mujeres.

Si bien los logros han sido muchos desde entonces, las brechas que aún persisten son numerosas y profundas. Subsisten conceptos, percepciones, pautas culturales, leyes,  organización económica, división  sexual del trabajo y educación  que asignan a la mujer un rol ajustado al mandato social  de subordinación al varón fácilmente reconocibles en la discriminación laboral  hacia la mujer, la violencia de género y  el acceso desigual al goce de derechos.

Según estadísticas de la OIT en América Latina el número de mujeres que trabajan fuera del hogar es inferior al de los hombres, brecha que en nuestro país llega al 8,5%.

A  esa menor participación debemos sumar la diferencia en los salarios y en las oportunidades laborales, situación comúnmente denominada “techo de cristal”. La mayoría de las trabajadoras son contratadas, situación que no respeta las Recomendaciones  de la OIT, sobre la  conciliación  de vida  laboral y familiar, derribando barreras existentes en las relaciones de género.

En las últimas décadas del siglo pasado  e inicios del presente comenzó un proceso o forma de resistencia de la mujer, a  la  que se ha dado  en llamar de ‘empoderamiento’. Es decir: un proceso donde se desarrollan e incrementan la capacidad de poder, procurando relaciones sociales en su ambiente que actuarían como redes de apoyo, para ir  proyectando otra forma de relación.- Es una forma de ir logrando un entendimiento crítico,  superando la desvalorización, procurando un mayor empoderamiento de las mujeres en las organizaciones sociales, políticas y gremiales en las que cotidianamente intervenimos  donde no sólo se lucha por estrategias de sobrevivencia, sino  por lograr la igualdad de oportunidades.

El tema de este año en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora es el firme llamado de la campaña Beijing de ONU Mujeres: Por un planeta 50 – 50 en 2030, Demos el Paso porque Empoderando a las Mujeres  empoderamos a la humanidad, imagina y nos llama a luchar por un mundo en el que todas las mujeres y las niñas puedan ejercer sus opciones, educarse, obtener un ingreso y vivir en sociedades libres de violencia y discriminación.

Porque solo organizadas podremos defender lo conseguido y conquistar mas derechos, llegue en este día nuestro fraterno saludo a todas las  trabajadoras judiciales

 Secretaría de Género e Igualdad de Oportunidades

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