El 28 de junio de 1969 en la ciudad de Nueva York un grupo de lesbianas, gays, trans y travestis resistió una razzia policial en el bar Stonewall Inn. Con este histórico desafío ante la represión, se materializó la organización del colectivo LGTBIQ+ contra la violencia y la discriminación, situaciones que lamentablemente aún persisten como quedó evidenciado el día hoy con la sentencia N° 26 de la jueza Marta Yungano de la Ciudad de Buenos Aires. La magistrada declaró culpable de los delitos de “resistencia a la autoridad en concurso real con lesiones leves agravadas” a Mariana Gómez, la joven que había sido detenida en 2017 por besarse con su esposa en la estación de Constitución; ese fue el verdadero “delito” por el cual la condenan.
En 2016, a poco del fallecimiento de una de las referentes históricas Lohana Berkins y bajo la consigna “Basta de travesticidios y transfemicidios”, se realizó en nuestro país la primera marcha, en respuesta a la violencia creciente y a la alarmante cifra de personas trans – travestis asesinadas. Sólo en lo que va de este año ya se produjeron más de 30 trans-femicidios y travesticidios, cifra que no se conoce con certeza, ya que no existen estadísticas oficiales.
En el año 2015 se sancionó en la provincia de Buenos Aires, la Ley 14.783 de Cupo Laboral Trans, constituyendo su efectiva puesta en vigencia –aún no ha sido reglamentada- uno de los principales reclamos de un sector de la población que históricamente ha sido marginado.
En el entendimiento de que el Estado -y el Poder Judicial como uno de sus tres poderes-, tiene la responsabilidad de diseñar y aplicar políticas públicas que garanticen el acceso a derechos básicos, tales como el trabajo, la Asociación Judicial Bonaerense presentó ante la Suprema Corte de Justicia bonaerense –año 2018- un proyecto de regulación del cupo travesti-trans en el Poder Judicial, cuya implementación garantizaría mínimamente el ingreso de 265 personas.
Cabe destacar que uno de los grandes problemas del colectivo se relaciona con las dificultades para conseguir empleo, lo que baja ostensiblemente el promedio de vida -35 años- constituyéndolas en víctimas de lo que se denomina “travesticidio social”.
La AJB se suma al grito de “Basta de travesticidios y transfemicidios” e invita a participar de la marcha que partirá a las 18 horas desde la Plaza de Mayo al Congreso Nacional.