“La automedicación y el abuso en el consumo de medicamentos es un acto frecuente en nuestra sociedad” expresa el Dr. Quieto, por esto es que una prescripción realizada por personas no idóneas conlleva un daño “que puede producir desde adicciones hasta llegar a la muerte de la persona”, agrega.
Entre otras cosas, el profesional destaca la importancia de que sea exclusivamente un médico quien recete, subrayando que el profesional indica “en busca de un efecto determinado para mejorar la salud y lograr de esta forma una buena calidad de vida” y que “con la automedicación se toman decisiones que a un médico le lleva años de estudio”.
Como caso “testigo”, el Dr. Quieto se refiere a la ciudad de La Plata, en la cual sólo durante el año 2012 hubo 300 muertes provocadas por el uso irracional de medicación e infiere que si se realiza una proyección de este número, en Argentina cada año fallecen 16.000 personas debido a esta causa.