Bartolina Sisa comandó a fines del s. XVIII los ejércitos quechua-aymaras contra las tropas realistas, lideró junto a otras y otros la lucha por restablecer los derechos de su pueblo ante la dominación y la opresión de los españoles.
El 5 de septiembre de 1782 fue apresada en La Paz, Bolivia, por el General realista Sebastián Seguro, y su ejército de 5.000 hombres. Torturada, ahorcada y descuartizada, su cabeza fue exhibida como símbolo de la colonización y para generar el miedo a aquellas y aquellos que se oponían a la conquista.
A través de este día y esta conmemoración, se extiende el reconocimiento a todas las mujeres originarias que han luchado y que aún continúan luchando por los derechos de sus pueblos, contra la discriminación y los abusos cometidos a lo largo de la historia.
Uno de los reclamos históricos es el de la restitución de tierras. Las leyes vigentes definen a los pueblos originarios como preexistentes al Estado-nación, pero éste no cumple con la restitución de sus tierras ancestrales y tampoco respeta su cultura y lengua.
Los reclamos permanentes y la lucha de este sector lograron avances en el plano jurídico, como la incorporación del art. 75 inc. 17 e inc. 22 en la reforma de la Constitución Nacional del ’94 y la ley 26.160 del 2006 que establece el reconocimiento y la restitución de sus antiguos territorios fijando un censo, tarea que fue retrasada y postergada sin llegar hoy a completarse. También en los últimos años se ha levantado muy fuerte la lucha de estos pueblos contra la megaminería y el fracking que perjudican a la población desde distintos aspectos, pero especialmente hay una afectación a los pueblos originarios que habitan aquellas tierras que se contaminan por el asiento de esta actividad. A los pueblos originarios se les han negado derechos sistemáticamente y se ha construido un relato estigmatizante que justifica la violencia. El conflicto en que es asesinado Santiago Maldonado en manos del Estado es un claro ejemplo de esta mirada.
Al mismo tiempo las mujeres originarias han estado al frente de estos reclamos, como así también contra la violencia de género, la discriminación, la persecución, la criminalización, la judicialización y los maltratos. En ese sentido, han dado una lucha enorme dentro del propio movimiento feminista por el reconocimiento y el cese de la invisibilización de los pueblos originarios y sus reclamos. Las banderas de la Plurinacionalidad fueron levantadas con fuerza en los últimos encuentros de mujeres y disidencias, llegando a instalarse el cambio de nombre del próximo encuentro a desarrollarse en la provincia de San Luis como “Encuentro plurinacional de Mujeres, Lesbianas, trans, Travestis, bisexuales y no binaries”.
La fecha es un llamado de atención a los gobiernos y los Estados para la efectiva implementación de políticas que tiendan a eliminar las violencias y la criminalización, al reconocimiento de los derechos y la mejorara de las condiciones para este sector de la población, particularmente en momentos de crisis como la que estamos viviendo cuyos efectos impactan de manera diferenciada según clase, género y etnia.