Grooming
¿SABÉS QUIÉN ESTÁ DETRÁS DE LA PANTALLA?
El Grooming es el acoso de una persona adulta a niños, niñas y adolescentes con fines sexuales, a través de medios digitales. Una aproximación al Grooming a partir del programa Meta Verso TV.
Grooming
¿SABÉS
QUIÉN ESTÁ DETRÁS
DE LA PANTALLA?
El Grooming es el acoso de una persona adulta a niños, niñas y adolescentes con fines sexuales, a través de medios digitales. Una aproximación al Grooming a partir del programa Meta Verso TV.
El Grooming es el acoso de una persona adulta a niños, niñas y adolescentes con fines sexuales, a través de medios digitales. Las personas que realizan grooming crean perfiles digitales falsos, se contactan a través de redes sociales o plataformas de juegos con niños, niñas o adolescentes, se hacen pasar por pares, generan un vínculo de confianza y obtienen información que luego usan para manipular y concretar el acoso sexual. Según el informe sobre grooming del 2022 del Ministerio Público Fiscal de la Provincia de Buenos Aires, el grooming “puede estar vinculado al delito de corrupción de menores, al de abuso sexual infantil en representaciones digitales derivadas, a los abusos sexuales en general e incluso a la trata de personas”.
Esto que estás leyendo puede parecer una definición lejana a tu realidad, sin embargo sucede cada vez con mayor frecuencia. El grooming es una problemática que atraviesa a miles de familias, vulnera derechos de niños, niñas y adolescentes y necesita ser abordado desde distintas aristas. ¿Qué se puede hacer para prevenirlo en el hogar? ¿Cómo se trabaja con las escuelas? ¿Qué lugar ocupa el Poder Judicial?
En el programa Meta Verso TV, el compañero judicial de la departamental Quilmes, Mauro Cavallin junto a Vanesa Espinoza entrevistan al Fiscal Daniel Ichazo y la psicóloga Camila Iglesias. Compartimos algunas de las reflexiones que fueron expresadas en este contexto.
Daniel Ichazo, es Fiscal coordinador de las Fiscalías Descentralizadas de Berazategui, referente en delitos conexos a la Trata de Personas, Material de Explotación de Abuso Sexual Infantil y Grooming en Quilmes, Berazategui y Florencio Varela. Ichazo explica que el grooming en nuestro código se llama Ciberacoso, o acoso sexual a través de las redes. “Los grandes cambios se producen cuando la sociedad demanda. El primer caso que se da de grooming, pero como no estaba legislado no se pudo procesar por ese delito, se da en Cipoletti, en Rio Negro donde un sujeto haciéndose pasar por un menor contacta a un niño, lo acosa y logra que le produzca material de abuso sexual infantil. Los familiares empiezan a generar un movimiento para que se sancione esta acción”.
Desde el 2013 está incorporado como delito en el Código Penal y el artículo 131 establece una pena de entre 6 meses y 4 años de prisión para quien lo ejerza. A la persona que acosa de esta manera se la llama “groomer” o “acosador”. No siempre es una persona sola detrás de una pantalla, sino que en muchos casos actúan en red y tienen un sistema perverso de funcionamiento.
Camila Iglesias, es Lic. en Psicología y dirige el centro terapéutico Casa Picto. En esta entrevista de Meta Verso TV ella agrega que el grooming tiene un mecanismo planificado. “Es un acoso y un abuso a niños, niñas y adolescentes, una violación a sus derechos y tiene una forma específica de funcionar en el vínculo (…) y no solo aparecen en redes sociales, pueden aparecer en videojuegos, en plataformas de foros que quizás nosotros desconocemos”. Iglesias asegura que primero se establece el vínculo haciéndose pasar por otra persona, luego se verifica que ese niño, niña o adolescente tenga determinadas condiciones de vulnerabilidad y una vez que consigue una foto o información pasa a una etapa de manipulación en donde se amenaza con publicar en redes, contarle, o hacerle algo a la familia.
Según información disponible en el sitio de Grooming argentina las etapas de esta sistematicidad que se describe se pueden alternar entre sí y se enumeran del siguiente modo:
1) Etapa de enganche o entrapment (atrapamiento): cuando comienza una conversación en la que prevalece el intercambio de gustos e intereses.
2) Etapa de fidelización: donde intentará fidelizar el vínculo a través del intercambio de secretos, confidencias, promesas, etc.
3) Etapa de seducción: en la que el acosador seducirá y va a sexualizar la conversación para generar un compromiso y/o dependencia emocional.
4) Etapa de acoso sexual: cuando el acosador manipula a la víctima a través de la solicitud de imágenes y/o videos íntimos, o bien, la propuesta de un encuentro personal. En aquellos casos en los cuales el niño, niña o adolescente no acceda lo extorsiona o amenaza.
En relación al territorio de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Ichazo explica que desde la pandemia se triplicaron los casos y que hoy por hoy en Quilmes reciben entre 3 y 4 denuncias por semana. Si hubiera que hacer un mapa de la problemática los departamentos judiciales que reciben mayor cantidad de denuncias son Quilmes, Lomas de Zamora y San Martín. “También hay que tener en cuenta la denuncia que no se llega a formalizar porque los padres sienten vergüenza, culpan al niño, niña o adolescente por lo que hicieron y este es el arma fundamental que tiene el groomer cuando acecha al menor: juega con la vergüenza, no solo de ese niño, niña o adolescente, sino de la familia. Cuando los familiares entran en la Fiscalía vienen totalmente desencajados culpando al menor, cuando el menor es víctima, tenemos que reposicionar y acompañar al menor y a la familia, para que puedan llevar ese proceso sin revictimizar”. Ichazo agrega que, según la estadística de casos que manejan, la franja etaria más vulnerable es entre los 8 y los 12 años, con una tendencia en baja hacia los 16 años porque empiezan a cuidarse entre adolescentes y buscan ayuda en preceptores o equipos pedagógicos para acompañar a quien está viviendo esa situación.
Según Ichazo, coordinador de las Fiscalías Descentralizadas de Berazategui, el grooming es la plataforma para cometer otros delitos de mayor gravedad como corrupción de menores, producción de material de explotación sexual infantil hasta el encuentro con el abusador o con una red de trata. Es importante resaltar que desde el 2018 también se incorpora la producción de material de abuso sexual infantil en los delitos de explotación dentro de la trata y la simple tenencia de material. “Aquel que tiene ese material es porque lo está demandando, está pidiendo que alguien abuse de un menor para poder “consumir”, entonces el “usuario” también es responsable de ese abuso (…) Hay una actualización constante del código- agrega Daniel Ichazo- Está legislado porque el artículo 119 contempla que el abuso puede hacerse a través de la autoría mediata, de usar a otro para que produzca el daño”.
Desde el Poder Judicial, según relata Ichazo, se impulsa una función del Ministerio Público fiscal que no solo recibe las denuncias sino que está en contacto constante con la comunidad e intentan prevenir este tipo de delitos. Se realizan trabajos colaborativos, en red, con distintos actores sociales, escuelas y equipos técnicos para sensibilizar, concientizar y acercar herramientas que permitan detectar cuando haya niños, niñas o adolescentes que estén siendo acosados para que puedan abordarlo sin revictimizarlos. Además se creó una red 24/7 que funciona a nivel provincial, nacional e internacional, donde Fiscales de la provincia están conectados las 24 horas del día los 7 días de la semana y que intenta identificar y vincular víctimas con imputados y hacer el acompañamiento correspondiente. Segun detalla Ichazo, a partir del convenio firmado con el NCMEC, Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados, se obliga a las empresas de servicios a reportar todo tráfico de imagen de abuso, de violencia sexual infantil y a partir de los reportes que se realizan, se pueden rastrear los números de IP, identificar la jurisdiscción e ir a buscar a la victima o a quien está distribuyendo el material.
El grooming es transversal pero hay algunos chicos, chicas o adolescentes que tienen más herramientas para afrontar y frenar el ciberacoso. Si bien existen configuraciones de privacidad, alertas, control parental, claves compartidas, nada de todo eso funciona si no se acompaña con un espacio de reflexión y conciencia sobre la publicación de datos en redes. La prohibición del uso de dispositivos o el control excesivo tampoco sirven. Los puntos claves, según afirman ambos entrevistados, son el trabajo de esta temática en las escuelas y el diálogo en las familias.
Daniel hace foco en la cantidad de información que exponen en salas de juego o redes sociales: “Tenemos que dialogar con nuestros niños, niñas y adolescentes sobre los riesgos, sin privar, sin prohibir y tratando de que entiendan que no todo lo que está en la red está bien. Uno cuando va a los colegios les pregunta a los chicos cuántos seguidores tienen…. pareciera que tener 3000, 4000, 5000 es lo más y no saben con quién están. Ni hablar en las salas de juegos, los chicos en un segundo dan cantidad de información, de dónde es, a qué colegio van…. y así construye el groomer su perfil, a partir de toda la información que brindan los chicos”. Además agrega una comparación entre la vida real y la virtual que es muy clara: “Los casos que nosotros más vemos es donde los mayores no están presentes, dejan al niño, niña, adolescente sólo con su celular o con la compu. Pareciera que están más seguros en su pieza con el celular, que yendo a jugar a la plaza. A nosotros cuando íbamos a la plaza nos decían: “no hables con extraños”… nosotros como adultos cuando le damos un dispositivo a nuestros niños, niñas, adolescentes, ¿les decimos algo?, ¿Charlamos de qué es lo que pasa acá?”
Por su parte, la Lic. Iglesias apunta a la necesidad de construir un clima de confianza que permita que los chicos y chicas puedan acercarse a hablar con adultos a contar lo que está pasando: “La única barrera que tienen es explicarle a los pibes los peligros a los que están expuestos…(…) tampoco vamos a poder evitar que se vinculen con gente de manera virtual, porque la verdad es que es el escenario donde los pibes se manejan ahora. El bullying pasa por ahí, los vínculos pasan por ahí, la forma de relacionarse pasa con la expresión en las redes sociales, entonces en principio no es una guerra contra las redes, ni contra los videojuegos, lo que hay que hacer es entrenar a los pibes en esas cuestiones, pero sobre todo habilitar un espacio (…) Yo necesito generar un clima con ese pibe que me pueda venir a contar”. A esta reflexión se suma el papel que tiene la escuela y en particular de la ESI, Educación Sexual Integral: “La realidad es que los abusos y las situaciones de grooming muchas veces se exponen en el colegio porque los docentes habilitan espacios que por ahí con los padres no hay. (…) La ESI es la cajita donde vamos a poner herramientas porque es enseñar a vincularse de una manera en particular, enseñar a escuchar de una manera en particular, enseñar el vínculo con el propio cuerpo, de qué manera tu cuerpo funciona con otros, como yo me vinculo con el cuerpo de las otras personas. Eso va a atravesar todas las edades desde el jardín de infantes hasta la adolescencia dependiendo de lo que los pibes puedan entender y las situaciones de la vida del ciclo vital que vayan atravesando”.
Las escuelas, el diálogo familiar y la denuncia parecen tres pilares sobre los que se construye una forma de evitar o enfrentar el grooming. En ese sentido la Defensoría de la Provincia de Buenos Aires ofrece algunas recomendaciones para tener en consideración. En primer lugar, es importante tener la prueba, entonces no se debe borrar la información o las conversaciones, no hay que enviar los chats, mensajes, imágenes o videos recibidos, pero sí hacer capturas de las URL, de las cuentas del usuario, de las conversaciones y todo lo que pueda ser útil para la investigación. No hay que reportar ni bloquear al groomer para que no se elimine la cuenta y tampoco amenazar o increpar al groomer porque podría borrar la evidencia.
El grooming es un delito de acción pública, lo que significa que cualquiera puede denunciarlo, no tiene por qué ser la misma víctima e incluso Ichazo sugiere que es mejor no exponer al niño, niña o adolescente a esta situación. “El que tiene que hacer la denuncia es el adulto y llevar la prueba. Al niño, lo vamos a llamar después desde la Fiscalía para que se entreviste con la psicóloga, hagan el informe y después ir a cámara gesell”. Además insiste en que es clave hacer la denuncia para poder avanzar en la investigación. “Hay más de un 80% que son víctimas aún no identificadas que han sido abusadas para producir material y distribuidas en la red y cada posteo cada vez que se replica esa imagen es un una herida más así ese niño niña, adolescente”.
Para realizar la denuncia se puede hacer en las líneas gratuitas 103 o 107 o en la Fiscalía o comisaría más cercana. También se puede llamar al 102, para recibir atención especializada sobre derechos de niños, niñas y adolescentes, al 137 para acompañamiento en situaciones de violencia familiar, sexual y/o grooming, o al 145 para denunciar casos de trata y explotación de personas.